Pues deberíais enfocarlo en proteger a las perras de los gatos

bueno, al menos en mi caso es así. Los gatos siempre se escabullen en las alturas si se sienten acorralados.
A Choko, mi perrito siempre le han gustado los gatos más que los perros, de echo cuando encontramos a Zezé con una semana de vida, el hizo de mamá. Luego llegó Rigel con dos años, que estaba acostumbrado a convivir con perros, ningún problema.
Al poco llegó Robin, estaba en la calle y al parecer había tenido malas experiencias con perros y tiene mucho miedo de Choko. En alguna ocasión se ha asustado tanto que le ha arañado, pero bueno, conviven más bien que mal, sobre todo cuando hay comida de por medio, que comen hasta en el mismo plato y desaparecen las rencillas.
Si dices que las perritas son tranquilas, es cuestión de hacer buena presentación ,mucha paciencia y comida de por medio.