Hola a todos. Abro este hilo un poco para desahogarme, un poco para compartir todo lo que he pasado en el último año de mi vida.
Alguno recordará un post que abrí en diciembre buscando “casa temporal” para mis cuatro peques: Lumia, Spartan, Cortana y Skype. Aquí el link.
AYUDA-Busco casita TEMPORAL para mis peques
http://www.gatolicosanonimos.es/Tema-AYU...mis-peques
Sin embargo, me apetece contar toda la historia.
En junio del año pasado conocí a Jose y Noa, una Golden Retriever única y espectacular.
Es un hombre maravilloso y nos enamoramos locamente y desde ese día no volvimos a separarnos ni un día. Yo trabajaba en Madrid (vivo en Valdemoro). En ese momento tenía jornada intensiva y cada día, él me llevaba y me iba a buscar a la oficina. Jose, a pesar de ser joven aún (tiene 54 años) está jubilado debido a una enfermedad autoinmune, Miastenia Gravis y ademas, fibromialgia, por lo que su disponibilidad horaria es absoluta.
Yo vivía en un piso de alquiler con mis peques y mi hijo de 20 años.... y al poco tiempo, decidimos que ya era hora de que me mudara. Mi hijo se fue a casa de su padre y los peques y yo, a casa de Jose (el también vive en Valdemoro).
Acondicionamos la casa: mosquiteros... la segunda habitación la acondicionamos para los peques, compramos un rascador enorme para el salón:
En fin, todo era perfecto...
A finales de julio me dan la baja debido a cosas que no vale la pena mencionar (a fecha de hoy me siguen haciendo mil pruebas, siendo el diagnóstico más probable Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica). En octubre me echan de mi trabajo.
Las cosas en casa no estaban del todo bien. Para Jose no estaba resultando nada fácil: no es lo mismo vivir con un perro que encima es una verdadera santita, que con 4 gatos, que aunque son buenos, no dejan de corretear por todas partes. Por si fuera poco lo que tiene Jose, también sufre de Depresión Crónica y Ansiedad.
Cada día había algo por lo que discutir: muchas veces llegábamos a casa y al salir del ascensor ya olía a caca. Esto no me había pasado nunca!!! Skype la hace con un olor nauseabundo pero que el olor llegara hasta el descansillo del edificio???? No me lo podía explicar. El arenero estaba en la habitación, la ventana un poco abierta (ya había llegado el frío)...Hoy en día se lo que pasaba: la calefacción. Se nos ocurrió cerrar ese radiador, pero se rompió la llave, así que así quedó.
Se acercaban dos eventos importantes: Navidad y la venida de mi madre de Venezuela (iba a pasar aquí un mes y medio).
En Navidad su familia se quedaba a dormir (3 personas). Yo propuse acondicionar nuestro baño (al fin y al cabo era solo una noche) y en ese momento, él lo descartó. La semana anterior a esta fecha, estuvimos 4 veces en urgencias con él por crisis aguda de ansiedad. En su estado de salud, esto es bastante grave.
Finalmente lo de navidad se resolvió como yo propuse: los dejamos en nuestra habitación y durante la noche, en nuestro baño... sin incidencias para nadie...
Sin embargo, él no estaba bien... y quiero dejar claro que quería a los gatos... de verdad. Pero las situaciones le superaban. Son cosas que no se pueden controlar. Solo una persona que ha pasado por algo así, podía comprenderlo: y yo era esa persona, aunque con otras cosas y otra época.
Finalmente en enero, yo alquilo un piso de un dormitorio y nos mudamos el día 3. También en Valdemoro (adoro este pueblo) y estaba a 5 minutos en coche de su casa.
Nos planteamos muchas cosas: desde dejarlo definitivamente hasta continuar con la relación pero cada uno en su casa. En ese momento, lo dejamos.
A los 20 días de haberme mudado, le llamé. No soportaba estar sin él y sabía que él también lo estaba pasando mal. Esto no iba de que no nos queríamos: al contrario. Nunca había amado tanto, ni me había sentido tan amada. Y decidimos darnos otra oportunidad. Así que pasábamos los días en mi casa, paseábamos a Noa...En fin, todo lo que yo quería... estábamos juntos de nuevo!!!
Pero él no era feliz. Teníamos planes de casarnos y esto lo impedía.
Mi madre llegó el día 2 de febrero y se instaló en mi casa. Los siguientes días yo me fui a casa de Jose y la veíamos a ella diariamente. La verdad, era ideal: a ella le encantan mis gatos y se hacía cargo de ellos y yo los veía siempre. No los estaba “abandonando”... estaban con la “abuelita” y nosotros veníamos todos los días y pasábamos un buen rato con ellos.
Pero claro, era una situación temporal. Mi madre volvía a Venezuela el día 22/3 y después que...?
Abro un inciso para comentar la situación de mi madre: es española de nacimiento, pero a pesar de lo que está pasando en Venezuela no se puede venir (aún). Lamentablemente el gobierno venezolano no paga las pensiones a los que se van y el gobierno español (precisamente porque se supone que cobra una pensión de allí aunque España es consciente que no la traslada aquí) no hace nada. Es decir, mi madre aquí, como española está totalmente desamparada.
Hablé con mi hermano (que vive aquí) a ver si entre los dos (y con los ahorros de mi madre) podríamos mantener mi piso y que ella se quedara: Si, lo hacía por ella... pero también por mi, era perfecto (llamadme egoísta). Pero mi hermano “no podía (no voy a entrar en detalles que me cabreo). Así que mi madre volvió a Venezuela y José y yo nos separamos al día siguiente.
Hay algo que nos diferencia a Jose y a mi: él quería a toda costa que viviéramos juntos y yo que estuviéramos juntos de cualquier manera. Es decir, sigo de baja (disponibilidad horaria total), vivimos cerca... hubiéramos podido vernos cada día... pero no ha podido ser.
Alguna vez he pensado (incluso antes de que llegara Jose a mi vida), que me equivoqué al adoptar 4 gatos: seamos realistas... dicho hasta por veterinarios, dos es la cantidad perfecta para todo: se hacen compañía y si les pasa algo (un simple vomito) es más fácil saber de quién es.
Pero hoy en día, no concibo mi vida sin mi locuaz Lumia, mi gordito y tierno Spartan, mi dulce Cortanita y por supuesto, mi terremotillo Skype.
He renunciado al amor de mi vida por ellos. Y lo volvería a hacer. Eso y mucho más....