Gatolicos Anonimos

No sé muy bien cómo expresar todo lo que siento en estos momentos. Te fuiste el pasado jueves y ni te imaginas todo lo que te echo de menos. Eras mi gatito amasador, mi niño, mi cipotillo, mi chiquitín. Veo  tus juguetes y me da un vuelco al corazón.

Siento mucho no haber estado contigo cuando te marchaste. Siento no haber podido darte consuelo y me siento  culpable por no estar allí para poder despedirme. Aunque siempre has sido un gato muy independiente y poco dado a muestras de afecto. Me ha contado la yaya que no te encontraba cuando llegó a casa  y que estabas escondido debajo de la cama. Que saliste arrastrándote cuando te vió y que pegaste como un grito de dolor. Como pudiste, te fuiste para tu camilla a acostarte. Que te limpio unas babas y le diste un mordisquillo para que no te molestara  y parece te quedaste tranquilo. Al rato me avisaron para decirme que no estabas nada bien. Para cuando llegué a casa ya era demasiado tarde para llevarte al veterinario. Te habías muerto en tu camilla  La vete me dijo luego  que debías haber tenido un paro cardiaco. Que ya tenías el corazón tocado debido al hipertiroidismo. También sospecho que a lo mejor Garita te molestó y tu corazón no lo aguanto y en cierta medida me pregunto si el adoptarla no habría sido un error. Pero también pienso que sin ella esto sería ahora mucho más difícil.

Siento mucho no haberte llevado antes al veterinario, Habías adelgazado un montón y llevabas una semana pachuchillo comiendo muy poquito y seguro que tenías algún que otro dolor pero como habías vuelto a comer y parecías más animado pensé que podía esperar a ayer que tenía la cita con tu vete. Además esa misma mañana habías vuelto a ser el mismo pidiéndome comida y mucho más animado. Lo más curioso de todo es que cuando iba de camino al trabajo sonó la canción que bailaba con Polilla y le pedí que cuidara de ti. Y esa misma mañana te marchaste. Espero que ahora estéis los 2 juntos. Si lo hubiera sabido antes de salir de casa te hubiera dado un beso de despedida.

Tengo que darte las gracias por haberme acompañado estos 15 años. Ya sé que no eras un gato muy cariñoso, que te asustaban las visitas pero conmigo eras diferente. Sé que a tu manera me querías y mucho. Sospecho que tu carácter asustadizo se debió en gran parte por lo que te pasó cuando te caíste del tercer piso con 1 añito y te metiste en el piso del bajo. Al verte ensangrentado, te sacaron a patadas y creo que desde entonces desconfiabas de los humanos. Nadie te entendía y me decían ¡Vaya gato más arisco! Le voy a acariciar y me echas las uñas! Pero así eras tú, con esa mirada tan intensa que descolocaba. Yo te quería como eras y tú también me los demostrabas al dejar ser la única que podía cogerte en brazos, meterte en el transportín, y algunas veces venías hacia mí para pedirme mimos . Esos momentos eran irrepetibles!  Menudo carácter tenías! Les tenías acojonados pero te quería tal y como eras y has dejado un vacío muy grande.

Por todo ello te pido que me perdones por no haber estado a la altura estos últimos días y te mando un gran abrazo. Espero que allí donde estés lo estés pasando en grande junto a Polilla.

Un abrazo muy grande de parte de tu mami!

Besitos!